Terminó el acoso a CADA

Terminó el acoso a CADA.

Todos los días funcionarios de todo tipo iban a requerir cualquier cosa. Tenían órdenes para  abusar, cerrar o cualquier caprichito que se les ocurriera. Le quitaron la licencia de licores. Total discrecionalidad para joder.  El Seniat, Salud, ISSO, cualquier bicho é uña, intimidaba y hacía su terrorismo de estado. El régimen necesitaba infraestructura, la franquicia. Los franceses se quedan con el 20%, yque, del negocio. Lo mas probable es que hagan un buen negocio,  que de ser venezolano le pintarían una paloma. Con el extranjero hacen negocios. Sobreprecios y chao, no hay testigos.  El supermercado de competencia en Parque Central, abusador con los precios, salvo por los martilladores normales, no han sido acosados como CADA. Lo de CADA de Parque Central, fue toda una grosería. Ahora muchos conoceremos la miserable mercancía de Mercal Aunque creo que por los antecedentes delictivos que acumularon sus directivos, y para borrarle la historia,  le cambiaron el nombre y/o de responsable. Viene la administración política de la escasez alimentaria, del hambre. ¡Hasta cuándo!

Dias despues, el 18 de febrero Nelson Bocaranda nos dice sobre CADA y el delincuente Samán:

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SAMÁN ‘TAS PONCHA’O: Ya en nuestra columna del pasado 21 de enero habíamos publicado la incomodidad que al líder venía provocándole el muy radical e intemperante ministro destituido: «& Por cierto que en ese encuentro dominical se coleó, pues no estaba invitado, el ministro Samán que ya no encuentra que inventar para agradar al caudillo y acabar con las pocas empresas y comercios que aún sobreviven&». Creyéndose ungido más que nadie en el Gobierno comenzó a incrementar sus arbitrariedades inspiradas en un comunismo vengador y detenido al menos dos siglos atrás. Su creación de la Arepera Socialista demostró que casi habían extorsionado a los proveedores de los insumos al pedirle productos sin pago alguno so pena de multarlos «si no colaboraban con el proceso«. Allí queda otro monumento a la improvisación, corrupción e ineficacia como aquella famosa «ruta de la empanada» o «las siembras hidropónicas en la avenida Bolívar». El farmacéutico rojito, si no mintió, no le dijo toda la verdad «al que te conté». Las costuras se le fueron viendo cuando señaló que los Hipermercados Éxito era una empresa colombiana para así ganarse de inmediato la venia presidencial y sentirse un Bolívar a caballo combatiendo la especulación y los empresarios privados, tanto del otro lado de la… sigue