¡Oido al Tambor 2! Seguridad en el temblorcito

Dios no da las premisas de protección civil

OIDO AL TAMBOR II 

El recién “temblorcito” que a todos nos asustó puso en evidencia una vez más el precario ¿sistema de protección y seguridad? que el Centro Simón Bolívar C.A. proporciona a nuestra comunidad. Cuando la angustia y el desespero cundieron, como era natural, quienes así se encontraban trataron de salir velozmente de sus viviendas, obviamente sin utilizar los ascensores, hacia sitios más seguros tal como se recomienda para con estos casos. Pero… imposible, muchas de las vías de escape de pasillos o pisos se encontraban bloqueada, puertas enllavadas. No hubo asistencia, socorro alguno, que pudiera salvaguardar o conducir la emergencia. Los primeros en abandonar fueron precisamente los encargados de asistirla. Alguna que otra ascensorista paró el servicio

¿Qué hubiera ocurrido si el “temblorcito” hubiese sido de mayor intensidad, como el ocurrido en Italia casi de inmediato, donde hubo gran cantidad de muertos?  No podemos responder ni imaginar el tamaño de la catástrofe, de los daños y de las pérdidas humanas.

 Entonces, Oído al Tambor, guerra avisada no mata soldados y este inesperado suceso debe originar de inmediato un replanteo de nuestro sistema de protección. El que tenemos no sirve, es irresponsable, ignaro en el quehacer. Si no se modifica puede costarnos muy  caro, la vida misma por un lado y por el otro, mucho más al Centro Simón Bolívar por negligencia criminal. Las vías de escape, son sólo para eso y deben estar siempre libres. El Cuerpo de Bombero tiene la palabra.

 Que Dios nos proteja entre tanto

  Henrique Bond Q